21 oct 2012

006_Living UnderGround




En tiempos remotos, solíamos habitar cuevas, construir pequeños refugios, donde poder resguardarnos de las inclemencias atmosféricas; lluvia, nieve, altas temperaturas...pero todo esto cambió gracias a las nuevas tecnologías que hicieron más fácil nuestra adaptación a  los distintos medios naturales  y que a su vez nos permitían tener un mínimo de confort y comodidad ya fuera nuestra vivienda un cubo de cristal literalmente. De lo que no eramos conscientes es del daño acumulativo año tras año y del despilfarro de energía que se produce construyendo sin tener en cuenta el medio en el que habitamos. 
Es por ello, que últimamente se está volviendo a reinventar la arquitectura más primitiva, haciendo uso en este caso, de los recursos de los que disponemos en la actualidad. De esta manera hemos descubierto la forma de vida de un pueblo australiano, White Cliffs, situado en medio del desierto, donde las temperaturas  de los últimos años pueden alcanzar los 50 ºC. Para poder soportar este insoportable calor, los habitantes del mismo han empezado a construir sus particulares viviendas bajo tierra.



De esta manera consiguen obtener una temperatura constante durante todo el año, tanto en verano como en invierno, de unos 19-22ºC, lo que hace que la estancia en la misma sea agradable y confortable. Además, consiguen mantener esta temperatura de una manera muy natural, pues no hacen uso de aires acondicionados ni de ningún tipo de aparato eléctrico  sino que se ayudan de los sistemas naturales, en este caso del gran espesor de los muros de piedra que cubre las viviendas, para conseguir tales temperaturas. Obviamente, de esta manera, los usuarios consiguen ahorrar energía y hacer el menor uso de la electricidad para conseguir un ambiente óptimo dentro de sus viviendas.


Este peculiar tipo de viviendas son conocidas con el nombre de "dugouts" y su construcción se basa en realizar grandes perforaciones en la roca, adaptando cada una de ellas a las necesidades del propietario y pudiendo ser ampliadas en cualquier momento si fuera necesario, esto permite una gran versatilidad a la hora de habitar alguna de estas viviendas.



Por otro lado, en la superficie, debido a las altas temperaturas que se pueden alcanzar en esta localidad, encontramos una serie de antenas solares que han suministrado durante años energía a  esta pequeña localidad y que ahora se han visto clausuradas debido a la utilización del carbón. 
¿Qué interés podría tener la utilización del carbón como fuente de energía y no de las antenas solares?, como muchas otras veces hemos comentado, solo el interés económico, y suena lamentable, que aún habiendo sido un recurso bastante valorado en esta población, se haya decidido sustituir, en estos tiempos que corren, por el carbón, aún a sabiendo de los riesgos que supone la utilización de este tipo de fuentes de energía. 



A pesar de todo, no sería de extrañar que estas viviendas representaran el futuro de nuestra arquitectura, dado el cambio climático, que nos sumerge cada vez mas en temperaturas extremas y la disminución de los recursos energéticos y que posiblemente, poco a poco nos embarquemos en nuevas formas de proyectar y habitar los espacios.

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